miércoles, 21 de enero de 2009

Cómo crecemos.


Crecemos con la competitividad, con ese deseo de ser más fuertes, más guapos, más ricos. Cuando sólo sabemos apreciar los materialismos y los cumplidos. Cuando sólo queremos valores y medallas. Cuando nuestro ideal se queda en los bares, en los parques o en frente de una televisión. ¿Hasta que punto estarian comprometidas esas personas por el avance? El avance, el crecimiento autogestionado de un pueblo, la autodeterminación de los barrios oprimidos, de los países estancados por el yugo capitalista, imperialista y opresor. La mano dura que nos hace llorar, que nos ahoga la voz.

Ellos desde sus tronos, desde sus presidencias, desde sus sillones de cuero, ordenan, aveces sólo les hace falta mover un dedo para destruir un pueblo. Asolan nuestra libertad, asi como nuestro derecho de pleno bienestar. Consiguen abolir nuestros sueños, cuando son sus gobiernos y sus instituciones autoritarias las que deben ser destruidas. Cuando la información que captamos es erronea, y creamos un mundo a base de engaños y blasefemias. Cuando en las aulas lo que se imparte son doctrinas, pseudo-civismos y demás bastardadas, es cuando nacemos nosotros.

Inconformistas natos, así somos nosotros, así nos han creado ellos. Ellos se preocupan en que nos quedemos con un sólo planteamiento : Ser los mejores. Pero cuando una minoría se da cuenta de el daño que hacen estos sujetos a su propia naturaleza, ocurre para lo que ellos es “lo peor”.

Se crean disturbios, que en las noticias tachan de actos rebeldes llevados a cabo por minorias juveniles marginales. ¿Marginales? Yo diria dignas de ser identificadas por su verdadero nombre : Juventudes Libertarias. Esas personas que aveces te cuesta mirar, comprender e incluso valorar. Ya que en casa, en el colegio, en las iglesias, te han enseñado a infravalorar a estos seres soñadores e indisciplinados.

Nosotros sentimos el daño que se le hace a la naturaleza, a un desvalido, al más debil. Y nuestros ojos se ciegan de ira cuando lo mejor le llega al más fuerte, al burgués, al adinerado, al todo poderoso. Odiamos la fe ciega, los fanatismos, las desigualdades. Por eso mismo, hacemos un llamamiento a las juventudes que sienten lo mismo que nosotros, que no esperen a que su profesor le de lecciones de filosofía, sino que descubra su entidad autodidacta y se documente por internet, en la biblioteca “pública” de su barrio, en debate con sus amigos, que aprenda a valorar la vida antes de que sea demasiado tarde. Antes de que se convierta en un conformista más, como lo son ellos.


No sean competitivos, no quieran ser ni el más fuerte ni el más sabio, no esperen riquezas sin antes entender su valor. No esperen cumplidos, sin antes ayudar al que lo merezca. No busquen medallas bañadas en alagos. No sean antifascistas, anarquistas, comunistas, independentistas, feministas, etc, si su proposito sólo son los parches y las crestas. No se crean todo lo que dice telecinco, antenatres o sus canales locales, seguramente se les halla pagado una gran suma de capital para que se diga lo que más concierne al poderoso.


Alzate hermano mio, hermano del mundo, hijo de la vida.

4 comentarios:

  1. esto es de lo mejor que he leído en mucho tiempo... seguid así! teneis mi apoyo! salud!

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  2. en mi blog tambien voy coniguiendo apoyo y planteo una teoria que no tiene que ser compartida por todos pero creo que es mi forma de ver la solucion

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  3. Genial texto, menuda mente.
    a ver si os animais a actualizar !!
    Un abrazo, salud !

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